ANODO DE MAGNESIO

El ánodo de magnesio es un componente esencial dentro de los sistemas de protección catódica, especialmente diseñado para prolongar la vida útil de estructuras metálicas sumergidas o enterradas. Este dispositivo electroquímico consiste en una aleación de magnesio con un potencial eléctrico más negativo que el metal a proteger. Al corroerse primero, “se sacrifica”, desviando la corrosión del metal principal y garantizando una protección continua en ambientes con alta resistividad, como suelos o agua dulce.

Frecuentemente utilizado en equipos domésticos como termos y calderines eléctricos, el ánodo atrae la acumulación de cal hacia su superficie, evitando que se deposite en elementos críticos como la resistencia, lo que extiende la vida útil del equipo.

Aplicaciones típicas:

  • Ter­mos y calentadores de agua: instalados internamente, junto a la resistencia o en combinación con ella.

  • Estructuras metálicas enterradas: tuberías, depósitos o cimentaciones sometidos a ambientes corrosivos.

A diferencia de otros materiales como zinc o aluminio, el magnesio es especialmente eficaz en ambientes de alta resistividad. Sin embargo, su potencia eléctrica más elevada requiere supervisión para evitar fenómenos como fragilización por hidrógeno o impacto en recubrimientos.

Mantenimiento recomendado:

Para asegurar su funcionamiento óptimo, se aconseja revisar el ánodo cada 1 a 2 años, o incluso anualmente en zonas con agua especialmente dura, ya que puede acumular cal y perder eficacia.